Existen algunos ejercicios que llevados a cabo de una manera constante pueden ayudarte a mejorar la visión y por supuesto a reducir los síntomas del ojo seco.
Es importante mencionar que estos ejercicios no remplazan la consulta con un profesional.
El ojo seco suele presentarse en síntomas como: la sequedad ocular, comezón en los ojos, sensación de dolor, pesadez en los párpados, fatiga ocular, visión borrosa, molestia con las luces brillantes o fotofobia, enrojecimiento ocular o sensación de cuerpo extraño, como arena.