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Desde que las pantallas se volvieron una parte fundamental de nuestro día a día, muchas personas han experimentado por primera vez resequedad en los ojos hasta volverse una situación rutinaria; algunos le hacen frente haciendo uso de lubricantes para ojo seco pero lo cierto es que lo correcto sería acudir a un profesional para que pueda perfilar de manera correcta las causas y el tratamiento adecuado para nuestra situación. Si aún eres ajeno al síndrome de ojo seco o no sabes con seguridad si lo padeces, no te preocupes, a continuación te platico un poco más al respecto.
Cuando existe resequedad en los ojos hablamos de que no existe suficiente lubricación y humectación sobre la superficie del ojo y los resultados de una resequedad crónica en los ojos pueden ir desde una irritación ocular leve hasta una inflamación significativa o cicatrices en la superficie frontal del ojo.
Otros síntomas del ojo seco pueden ser ojos rojos, visión borrosa, sensación de quemazón o de sequedad, dolor y picazón, pero hay un síntoma en especial que muchos pasan por alto ya que va un poco en contra de lo esperado en una situación de ojo seco y este es tener ojos llorosos; a pesar de que el ojo estimula la producción de lágrimas o componente acuoso como un mecanismo de defensa, el hecho de hacerlo frecuentemente nos habla de que está detectando sequedad en la superficie del ojo, es un reflejo lagrimal, sin embargo, no permanece en el ojo lo suficiente para corregir la resequedad de forma permanente ya que para eso se requiere una capa lagrimal adecuada y uniforme.
Si detectas alguno de estos síntomas, no dudes en acercarte a los especialistas de la salud visual para que puedan orientarte correctamente sobre el tratamiento que debes seguir.
